LDD Fics: «Luz, drama… ¡Acción!» (?)

Hola gente, ¿Cómo están?

Bien, Estefa nos trae un fic acerca de una película. Y sí, se llama Luz Drama Acción. No se lo cuesitonen, ni me lo pregunten a mí, yo sólo publico mwahaha… Por cierto hay videos de youtube que son las canciones con las que deben «ambientar» algunas partes del fic.

Luz, Drama… ¡Acción!

 

Elenco:

Jude Law como: Maxine y él mismo.

Robert Downey Jr. como: Piere y él mismo.

Heather como: Adelie y ella misma.

Gwen como: Gwen.

Trent como: Trent.

 

Ella estaba en un jardín, el sol se estaba poniendo por lo que las buganvilias y las rosas, las amapolas y las orquídeas, lucían más hermosas de lo normal; las hojas se movían con el viento que también acariciaba los cabellos de esa mujer que estaba en el jardín con él; él la acompañaba. Le tomó la mano y acarició su rostro.

–Je te maître mademosielle.

–Oh! mon sieur

Él le tomó la otra mano y le habló al oído, su voz era suave como brisa marina.

–Te maître femmes, plus qu’à ma vie propre, te maître… –»Te amo mujer, más que a mi vida propia, te amo…» se leía en los subtítulos.

–Piere, te je voudrais avec mol, je n’ai jamais gardes –»Piere, te quiero conmigo, nunca me dejes».

–Même si Dieu m’ordonnant vie mienne–»Ni aunque Dios me lo ordene vida mía».

La besó en los labios con intensidad, la tomó fuertemente entre sus brazos y las lágrimas salieron de su rostro, ella también lloraba, aunque se amaran tanto, ella moriría en una semana más.

–Nous serons ensemble dans l’éternité. Ni la mort peut nous séparer. (Estaremos juntos para la eternidad. Ni la muerte podrá separarnos)

Ella lo abrazó aún más fuerte…La toma se iba alejando de ellos. Ellos dejaron de abrazarse para mirar sus rostros un rato más (en lo más intenso de la canción [durante todo ese fragmento, hasta que se comienza a suavizar con el violín]). Luego, ella poco a poco colocó su cabeza en el pecho del hombre. Todo esto hasta que la canción terminó.

–¡CORTE! ¡SE IMPRIME! – Dijo Gwen por el altavoz. Se encontraba en el auge de su carrera como directora y productora en el séptimo arte. Para su fortuna o desgracia, Heather era su actriz principal.

–¡Descanso de media hora chicos! – dijo Gwen de nuevo por el altavoz.

Todos le agradecieron con gestos y palabras. Heather y el ya más crecido (no menos apuesto) Robert Downey Jr. se encontraban conversando…

–De verdad usted es un gran actor, lo admiro mucho.

–Muchas gracias – dijo él secamente, y salió del set para encontrarse con sus co-actores, lo habían invitado a comer algo.

Heather suspiró y fue hasta su camerino resignada. Gwen, que seguía en su silla elevadiza, bajó poco a poco. Los años en ella no surtían efecto, al menos no para mal, ni en ella ni en Heather…En Hollywood ser feo/viejo/gordo o todo eso junto, era un crimen. Aunque Gwen sí era natural. Ojeó unos papeles y luego de eso se puso a revisar las escenas filmadas. 

«Tendremos que hacer ésta de nuevo», «Oh! ésta es magnífica», «Mmm… su error se nota mucho», «Qué buen actor», «Qué buena actriz», «Necesitamos otro tema», «Debe estar terminada en dos meses».

Terminó el descanso, Gwen anunció:

–Hoy no filmaremos más que dos escenas que quedaron mal; mañana nos vamos a Francia, a filmar en la locación; estén listos. Partimos a primera hora. Por hoy sólo se quedarán a trabajar…– Tomó una lista– Judy, John, Robert, Heather, Marry, Jude, los camarógrafos, Nina, Claire, los de maquillaje, Juan y yo; los demás pueden tomarse el resto del día para empacar. Estaremos un mes completo en Francia, tal vez dos.

Todos asintieron. Ritta de maquillaje se dirigió a Heather a darle unos retoques a su rostro. Luego de eso tomó su lugar en escena.

–Escena 13, minuto 7. Se encuentran en el lecho de muerte de «Adelie». Jude, Robert y Heather ¿Todos listos? ¡Acción!

La escena fue filmada. Todo estaba saliendo a pedir de boca; meses atrás se había hecho un casting y Gwen escogió a esas personas. Heather había resultado una excelente actriz; después de todo, en la isla sabía cómo disimular bien algunas de sus inseguridades y fingir que no era tan mala.

Ahora todos debían empacar para un largo viaje, pero antes Gwen llevó a su elenco a cenar al Spago.

–La película está quedando bastante bien Gwen.

–Todo gracias a mi excelente elenco.

Todos rieron, estaban tomando un delicioso y embriagante vino blanco.

–¡Heather, Jude, Robert, extras, todos! ¡Brindo por ustedes, y por que mañana nos vamos a Francia!– Dijo Gwen alzando su copa alegremente. Estaba muy feliz. Todos brindaron con y por ella. Rieron, cenaron y se fueron de ahí.

Al llegar a su casa Gwen se sintió un tanto rara, era soltera. Pensó en veinte mil cosas, empacó un poco más, cerró su maleta. Se metió a su cama y durmió.

Aterrizó en Francia…Paris, Francia. Vio por la ventana y pensó «Debo tomar un taxi».

Salió del aeropuerto y tomó uno de esos que están en la puerta. Odiaba que el proceso aduanero fuera tan lento.

–L’hôtel Notre-Dame par faveur –“Al hotel Notre–Dame por favor”.

–En suivie Madame –“En seguida señora”.

Al llegar vio que todos estaban en el lobby, sin saber muy bien qué hacer. Al verla sus caras se iluminaron. Gwen dio indicaciones de todo lo que se debía hacer. Tenían dos meses: Septiembre y Octubre. Llenar de publicidad Noviembre y el esperado estreno en diciembre.

Durante Septiembre y Octubre las cosas fueron fáciles, alcanzaron a filmar 5 de las 6 escenas faltantes;  Robert siempre estaba tratando de hacer flaquear a Gwen, ella no podía permitírselo, al menos hasta que la película fuera terminada. Debieron extender su estancia hasta Noviembre por razones médicas (Robert se torció un tobillo tratando de hacer la última escena). Heather y ella se llevaban mejor día con día, ambas solteras salían cuando se los permitía la Película. Sólo faltaba una escena; al día siguiente sería 1° de Noviembre.

–Disculpe señorita Gwen.

–Juan, sólo dime Gwen, me siento como una maestra.

–Muy bien; Gwen…tú sabes que yo y Nina somos mexicanos.

–Sí, lo sé.

–¿Podemos hacer una ofrenda? Usted sabe; por el día de muertos.

–¡Excelente idea! ¿Me puedo unir?

Juan se quedó estupefacto. ¿Gwen le estaba pidiendo permiso a él? ¿El camarógrafo #5? Contestó tartamudeando:

–Pues…yo creeo que sí.

–Genial, iré a comprar las flores.

–Pero aquí no hay flores de cempasuchitl.

–Bueno ¿Cómo ayudo?

–No sé…compre un portarretratos para la foto de mi tío Luis.

–Está bien. ¡TOMENSE EL DÍA LIBRE, HAN HECHO UN MUY BUEN TRABAJO!

De nuevo agradecieron, Gwen era una buena jefa.

–¿Por qué tantos descansos?.

–Ya vamos muy avanzados. Sólo falta la escena de sexo de la película, ¿Tienes prisa Robert? –En realidad no faltaba esa escena.

–No, Heather es muy joven para mí; no sé cómo se te ocurre contratarme como el estelar; tengo 58.

–Aún tienes algo.

–¿Qué?

–Tu rostro y tu carisma, hasta el día en que mueras dejarán de darte buenos papeles.

Robert sonrió.

–Pues gracias, tu también luces excelente para tu edad.

–Soy tan joven como Heather.

La sonrisa de Robert se desvaneció al tiempo que en el rostro de Gwen aparecía otra.

–Tranquilo, me conviene parecer mayor. Me toman más en serio. 

Robert se rió.

–¿Oí bien? ¿Vas a salir?

Juan, que seguía ahí contestó por ella:

–Sí Robert, irá a comprar cosas para hacer una ofrenda.

–¿De veras?– dijo Robert aún dirigiéndose a Gwen… Juan contestó de nuevo.

–Sí, un portarretratos.

–¿Me dejarías cooperar Juan?

–Sí señor Robert.

–Muy bien. ¿Qué compro?

–Mándalo por flores de cempasuchitl –dijo Gwen riendo, Juan hizo lo mismo.

–No Gwen, son carísimas aquí (además de que no hay). Mejor que compre otro portarretratos para la foto de la hija de Nina.

–¿No van a necesitar calaveras de azúcar?

–Ya traemos.

–Muy bien. ¿Nos vamos?

–Vamos Robert.

Ambos salieron echando bromas entre ellos.

Llegaron a la tienda de portarretratos. Se estaban esforzando por conseguir algo lindo para Nina y Juan; algo no muy afrancesado, cosas mexicanas… ¿En Francia…? Mmm…

Terminaron comprando unos portarretratos con colores brillantes y flores parecidas al cempasuchitl…al menos eso creeían.

Salieron de la tienda dirigiéndose a un lado no muy lindo de la ciudad, buscando una calavera de madera (les dijeron en la tienda dónde las vendían).

–¿ils crânes de bois typiques mexicaines ici?–“Tienen calaveras típicas mexicanas aquí?”.

–Non de bois, sont crânes réels.–“No, de madera, son calaveras reales”.

Gwen miró dudosa al vendedor. Robert intervino.

–Moi voir une –“Déjeme ver una”. El vendedor le dio un cráneo. Lo vio y le dio un par de golpes. Evidentemente era de madera.

–N’est pas de humain, est de bois –“No es de humano; es de madera”.

–Est bien, ai menti. Sont 34 euros par chacune –“Está bien, mentí. Son 34 euros por cada una”.

–Bien fait Holmes –“Bien hecho, Holmes” Dijo Gwen sonriendo. Hizo reír mucho a Robert.

Pagaron por 5, eran realmente hermosas. Coloridas, una llevaba sombrero y lucía algo trajeada.

–¿Por qué estará así?

–No lo sé. Llegando les preguntamos a Nina y a Juan.

Se fueron hasta el hotel. Subieron entre risas hasta la habitación del matrimonio mexicano, todo era hermoso. Ellos de alguna forma habían logrado traer las famosas flores de cempasuchitl; Robert y Gwen notaron que no se parecían mucho a las de los portarretratos. Se oía una canción llamada «La Sandunga».

–¡Mira Juan! ¡Nos trajeron una catrina! ¡Está bien grande!

–¡Catrina?

–¡Es ésta calavera con vestido y sombrero.

–Oh, ya veo– Dijo Gwen.

–Vengan, ayúdennos a acomodar todo.

Prepararon la ofrenda. Siete niveles, agua, sal, comida, unos pocos juguetes. Veían con curiosidad cómo Nina colocaba pétalos de flor de cempasuchitl desde el primer nivel del altar hasta la puerta del cuarto. Juan notó la duda en los rostros del gringo y la canadiense; les explicó todo. Entre algunas de sus explicaciones aclaró que él no era papá de la hija de Nina, que ella había nacido siendo hija de su ex–marido…y estando muerta.

Cenaron pollo con mole, al día siguiente los invitaron a desayunar lo que quedara de la ofrenda. Ellos accedieron.

–Pero tal vez las cosas ya no tengan sabor…

–¿Por?

–Las almas se llevan su esencia.

Gwen y Robert estaban algo confundidos, pero dispuestos a saber más; los dos Coyoacanos los volvieron más cultos acerca de algunos aspectos de México.

–Su cultura es fascinante.

–Muchas gracias, aunque hay quienes no lo creen; me alegra que usted no me haya discriminado jefa, siempre creían que iba a pedir trabajo de intendente.

–Qué horror.

–¿Sí, verdad? Por eso le damos muchas gracias, por contratarnos ahora todo será más fácil.

–De nada, el pollo está delicioso.

–Esto sabe como a chocolate– Dijo Robert.

–Ay señor, ¡es mole!– respondió Nina riendo.

–Pues debería haber buen mole en California.

–Cuando quiera, aquí estamos, ¿verdad Nina?

–Sí, pase a la casa si quiere buena comida mexicana.

–Está bien–respondió el actor riendo.

Salieron, los compañeros de trabajo se despidieron y cada quién se fue a descansar en su propia habitación. Gwen debía subir un poco más, el hotel le dio una suite imperial, ella lo mantenía en secreto. Sacó una pequeña calavera de su bolso y la colocó en su buró.

–Mi propia catrina– Se puso el pijama, apagó las luces y cerró los ojos.

***

 

Él se miraba en el espejo. Con desdén, creía ser la causa de la enfermedad de Adelie golpeó el cristal donde se reflejaba; éste se rompió. Salió corriendo de esa casona antigua. Se topó con varias personas… por topó quiero decir, chocó.

Botó varios puestos fuera del camino, le quitó la bicicleta a un niño y se fue andando en esa pequeña hasta el hospital donde ella estaba. Entró de golpe por la puerta giratoria. Las enfermeras y otros transeúntes se apartaban… O no, todos gritaban y lo señalaban al hablar acerca de él; llegó en bicicleta hasta el elevador. Una vez ahí se desesperó y bajó en cuanto se abrió, por suerte no hirió a nadie… Más de lo que ya estaba. Lanzó la bicicleta y subió como bala por las escaleras. Corrió por el pasillo, se detuvo rápidamente para preguntar a una de las enfermeras.

–¿Quel est Adelie Johnson?–“¿Dónde está Adelie Johnson?”.

–Continuer tout droit et tournes à gauche. Chambre cinq neuf huit–“Siga derecho y gire a la isquierda. Habitación cinco nueve ocho”.

Corrió desesperado, giró.

Una camilla con un enfermo iba saliendo de un cuarto; la esquivó brincando sobre ella, pasó a 1cm. del paciente recién operado. Todos lo miraron con los ojos abiertos como platos. Él continuó corriendo, otra camilla; la esquivó lanzándose debajo de ella, se arrastró un poco y luego se paró para seguir corriendo. Comenzaba a hartarse de las camillas; ésta la dejó salir sin tratar de esquivarla. Continuó, comenzó a ver los números de las habitaciones mientras corría; cinco nueve uno, albergaba un leproso; cinco nueve dos; un parto, cinco nueve tres, cirugía cardiaca; cinco nueve cuatro, una enfermera besuqueándose con un doctor; cinco nueve cinco, Vacía; Cinco nueve seis, un paciente que acababa de morir.

Al ver esto tropezó, pero de inmediato se puso de pie; sólo un par de habitaciones.

Corrió un poco más. Cinco nueve siete; un hombre que ya iba a salir; Cinco nueve ocho…nada. Ella no estaba ahí, no había expediente que colgara sobre la cama, ni enferma en ésta. Un acercamiento lateral a su rostro. Un parpadeo y luego:

–¿Où vous êtes?–“¿Dónde estás?”

–¡CORTE! ¡QUEDA! ¡y SE FINITE!

25 de Noviembre, todo estaba terminado; un mes para navidad y ya todo se había terminado. Gwen felicitó a todos, se alegraron, suspiros, halagos, Heather debía regresar a Canadá de urgencia…todo estaba hecho. El elenco salió  a cenar, los de maquillaje igual, los camarógrafos también todos…

–¿No quiere venir?

–No gracias Juan, debo quedarme a ajustar algunas cosas.

–Bueno, pues yo ya me voy, cuídese, descanse mucho.

–Si Juan, hasta mañana.

Gwen se quedó a editar algunas cosas; se iba a quedar toda la noche ahí, sola, con una taza de café y diez computadoras especiales.

Se estaba sentando frente a la computadora para agregar los subtítulos. Amaba el francés, así que por más Norteamericana que fuera la gente con la que trabajaba y la gente que la vería (bien, la vería todo el mundo…eso esperaba), ella quería que estuviera en francés y con subtítulos. Estaba comenzando a trabajar en las escenas que aún no los tenían cuando recibió una llamada que no esperaba, de una persona que no veía hace un año.

–¿Bueno?

–¿Trent? ¡Vaya sorpresa!

–Oí que trabajabas en otra película, muero por verla.

–Jaja, gracias.

–¿Es verdad que saldrá en navidad?

–Lo es.

–¡Qué bien! Dejaré a mi familia sin mi presencia para verla.

–¿Familia?– dijo Gwen un poco angustiada.

–Sí, primos, tíos, padres, sobrinos.

–Ah, está bien.

–¿Cuándo vuelves?

–Tal vez en una semana.

–¿Te gustaría salir a cenar?

–¡Si, claro!

–Bien, te espero. Estaré en el aeropuerto con una pancarta que diga “I LOVE GWEN SMITH”.

–¿Smith?

–Déjame soñar.

Gwen soltó una pequeña carcajada.

–Debo colgar, necesito terminar el trabajo.

–Muy bien, que tengas buen vuelo; si tienes suerte te invitaré a ver tu película.

–Jaja, Okey, Au revoir.

–Adiós preciosa.

1° de Diciembre. Gwen se encontraba en su casa, era de noche; Trent la había dejado ahí y luego pasaría por ella. Sí, estuvo ahí dándole la bienvenida con su enorme cartel, la besó; se sintió muy rara…tenía 30 años desde hace poco…

Oyó como tocaban el claxon de un auto, se asomó y vio que Trent aguardaba enfrente de su casa (algo discreta, quería pasar desapercibida). Se colocó algo de labial morado y salió corriendo.

–Luces preciosa.

–Gracias, tú también te ves bien.

–¿Morado ahora?

–¿Te gustaba el verde?

–Todo te queda bien

Arrancó el auto, olía a uva; eran los labios de Gwen. Ella estaba algo enferma y no lo había notado. Él sí, pero no sabía de dónde venía ese olor. Llegaron al Spago, bajaron.

En una de las televisiones estaba pasando el comercial de la película.

Aparecía el fragmento de una escena donde Heather se encontraba en una camilla de hospital sentada con unos pantalones de manta, el pelo suelto, sandalias y una blusa azul con flores verde turquesa; acompañada por un doctor.

–Mademosielle, vous êtes une malade terminal– “Señorita, usted es una enferma terminal”.

–¿Depuis quand?– “Desde cuándo?”

–Toute sa vie ce a été, ¿ne savait past? –“Toda su vida lo ha sidso, ¿no lo sabía?”.

 (De repente la escena se cortaba y aparecía Piere sentado en una vieja silla mirando de frente a la cámara [eso a blanco y negro], despeinado y triste diciendo…)

¿Qué pasaría si te enteraras que sólo te queda un mes de vida?

(Aquí se pasó la mano por el rostro mirando hacia arriba y sollozó un poco)

¿O si te enteraras que a quien siempre habías amado realmente tiene los días contados?

(Ahora aparecía la escena donde él saltaba la camilla pero en cámara lenta)

¿No harías todo por salvarla?

¿No estarías con ella cuando más te necesite?

(Aquí comenzaba un pequeño fragmento donde estaban en el lecho de muerte de Adelie, él tomaba su manos y lloraba, Maxine estaba postrado junto a él frente a la cama de la mujer moribunda, los tres lloraban)

Mil veces traté de ir con ella, pero no fue hasta que el destino me quiso muerto; hasta entonces pude verla.

(Dijo sonriendo y de inmediato comenzó una pequeña parte de la escena donde él era atropellado por un auto. El lago de sangre que lo rodeaba tenía contornos bellos, formando una flor parecida a [fue idea de Juan] el cempasuchitl)

No busques la muerte, y agradece la vida. Todo llega a su tiempo.

Uno no puede ser inmortal…vivir eternamente…

(Entonces aparecía el título de la película en color blanco con tipo de letra Pristina y el fondo de color vino)

«L’éternité»

(Seguido de un «próximamente en cines» y aquí terminaba)

–WOW, se ve deprimente, pero interesante a la vez.

–Lo es.

–Bien… ¿Qué vas a ordenar?

–No tengo idea – Gwen se daba cuenta de que….muy poca gente querría ver esa película…Trent pudo ver su angustia.

–Mira sus caras, están murmurando, la verán, yo lo sé– Gwen volteó a ver a toda esa gente, Trent tenía razón.

–Sabes yo…–

–¿Si?–

–Yo soy enfermo terminal– dijo Trent serio pero sin alterarse.

–¿De veras?

–Sí, lo sé desde ayer…– dijo sonriente.

Y no mentía con lo de su enfermedad. Ayer le había dado un resfriado y tuvo que acudir al doctor, una pequeña gripe, que le había hecho ver su suerte.

–Adivina cuánto me queda de vida.

–¿Mueres mañana?– Dijo Gwen entre broma y seriedad. Trent rió con amargura.

–No, hasta dentro de tres años…no podré tener mi propia familia ni nada; se siente raro saber que moriré el 1° de Diciembre del 2023 a las 3:47 p.m.

–Podría casarme contigo mañana mismo– Trent rió de nuevo, Gwen lo dijo muy graciosamente.

–Me alegra que quieras subirme el ánimo; pero no es necesario. Estoy bien.

–Sabes, Juan me enseñó un dicho…»Entre broma y broma, la verdad se asoma»– Dijo Gwen, guiñando el ojo. Trent rió aún más.

Pasaron la noche hablando acerca de varias cosas, todo lo que les había sucedido en el año que no se vieron…Trent era feliz de reencontrarse con ella…era lo que más deseaba hacer desde que supo de su desgracia. Gwen estaba confundida, pero sabía que él no era capaz de mentir con algo así. Trent llevó a Gwen hasta su casa; ella lo invitó a pasar.

–¿Qué es lo que siempre has querido hacer, que no hayas hecho y que no creas que suceda en los tres años de vida que te quedan?

–No lo sé…bueno sí pero, nunca pasará.

–Dime qué.

–Quisiera pasar la noche contigo, dormido en tu cama… sin haber hecho nada previamente; sólo ser feliz contigo…dormir abrazados…como si al final hubiéramos podido estar juntos.

Gwen se conmovió un poco…le dijo que esa misma noche iba a suceder.

Él sonrió y la besó en los labios con intensidad. La abrazó y le dio las gracias.

Pasaron a la habitación, él comenzó a desvestirse; sin prisa, como solía hacerlo para dormir. Ella miró de reojo, lucía mucho mejor. Ella también se cambió; se puso un camisón azul marino y se metió bajo las cobijas.

–Gracias Gwen– la abrazó y se acurrucó con ella; fue dulce…más Gwen sentía el impulso de siquiera besarlo; así que lo tomó y besó sus labios en la manera más tierna que pudo. Trent respondió positivamente, la abrasó por la cintura y cuando dejaron de besarse él le dijo:

–Te amo, que lástima que lo nuestro nunca haya podido ser…al menos no como quisimos.

–Pero tal vez pueda ser…

–No Gwen, no hagas eso por mí…haz tu vida a tu antojo.

Ella le dedicó una hermosa sonrisa con una mirada igual

–Créeme, no lo hago por ti nada más; yo quiero hacerlo.

Lo abrazó y acomodó su cabeza entre el hombro y cuello del hombre. Escuchó como latía su corazón…poco a poco el ritmo cardiaco emocionado de Trent se fue regulando…se había quedado dormido, Gwen lo notó…se separó lentamente de él y encendió el televisor…su comercial estaba al aire de nuevo…justo acababa de comenzar…

«¿Qué pasaría si te enteraras que sólo te queda un mes de vida?…

¿O si te enteraras que a quien siempre habías amado realmente tiene los días contados?»

Después de esas palabras apagó el televisor y de nuevo se abrasó a Trent, y una vez bien acurrucada dijo al oído de Trent (respondiendo a las anteriores preguntas)

–Yo haría realmente feliz a esa persona…realmente…–Cerró los ojos y poco a poco se quedó dormida.

FIN

Jaja, tierno… Ahí tuve un problema con una canción, no la ubiqué xD… Pero bueno, ya estuvo, espero que lo hayan disfrutado igual que yo ;D

Bien, personas, los veré a la próxima. Pásenla bien.